Uno de los rasgos característicos del Renacimiento es el uso de los órdenes clásicos: el dórico, el jónico, el corintio, pero también el toscano y el compuesto, los grotescos y las hornacinas en forma de concha. Los teóricos de la arquitectura, como Sebastiano Serlio, recuperarán tratados antiguos como los Diez libros de arquitectura, de Vitruvio, y harán una lectura moderna adaptada a su tiempo. Por ejemplo, se asignarán los diversos órdenes arquitectónicos en función de sus proporciones y del tipo de ornamentación, a determinados usos, personajes y santos, masculinos o femeninos. Deu llibres d’arquitectura, de Vitruvi, i en faran una lectura moderna, adaptada al seu temps. Per exemple, s’assignaran els diversos ordres arquitectònics, en funció de les seves proporcions i del tipus d’ornamentació, a determinats usos, personatges i sants, masculins o femenins.